Siete Peldaños 1857 Selección de Viñas Viejas

Siete Peldaños 1857 Selección de Viñas Viejas 2020 es el resultado de una cuidadosa selección de uvas de 1857 cepas ancestrales que se encuentran en la Villa del Vino, Fermoselle, en la D.O. Arribes. Estas uvas provienen de variedades únicas que alcanzan su máximo esplendor en este lugar, ofreciendo una explosión inigualable de aromas y sabores.

Siete Peldaños encarna un profundo RESPETO por la tierra y nuestros ancestros. Desde el inicio de nuestro proyecto de creación de vinos excepcionales, tuvimos la intención de rescatar la rica historia y tradición vitivinícola que ha perdurado en esta tierra durante siglos.

Nuestra esencia se nutre de la conexión y el aprendizaje de la tierra y de aquellos hombres y mujeres que han coexistido en armonía durante generaciones, legándonos una tierra excepcional. Trabajamos en estrecha colaboración con numerosos viticultores locales para explorar sus viñedos y seleccionar aquellos que servirían de base para nuestros vinos. Optamos por las cepas que mostraban la plenitud de estas variedades minoritarias, aportando diversidad a un panorama vitivinícola de valor incalculable.

Pero no nos detuvimos ahí. Cuidadosamente, elegimos las cepas de cada viñedo antiguo que habían alcanzado el punto óptimo de maduración al final del ciclo vegetativo. Estas cepas lograron llevar los racimos a una maduración perfecta, donde los aromas y sabores adquirieron una singularidad incomparable. Marcamos estas cepas que proporcionaban un placer culminante y las incorporamos a una "colección" en honor a esta tierra.

Este meticuloso proceso se repitió en numerosas parcelas, abarcando todas las variedades minoritarias e históricas que encontramos. No seguimos un criterio preestablecido, sino que dejamos que la tierra guiara nuestras acciones, permitiendo que las proporciones se definieran por sí mismas y que las maduraciones de cada cepa fueran dictadas por la propia naturaleza.

Nota de Cata: El Siete Peldaños 1857 Selección de Viñas Viejas 2020 ofrece un color intenso y luminoso, con polifenoles muy presentes. Al principio, se muestra un poco cerrado, pero rápidamente se despliega con intensidad, evocando la fruta fermentada de la vendimia.

La nariz es exuberante y muy singular, con un aroma floral seco que recuerda a un ramillete de aromas variados de frutas como el arándano.

En boca, es sumamente carnoso, con una acidez presente pero perfectamente integrada con el tanino, lo que resulta en una boca aterciopelada y un retrogusto a cacao. Este vino es una experiencia que deleita los sentidos y encanta el paladar.