FRONTERA NATURAL
Fermoselle se encuentra situado en el confín suroccidental de la comarca zamorana de Sayago, cercado por el río Duero, al poniente y mediodía, y el Tormes, al sur, que confluyen en el paraje de Las Dos Aguas o Ambasaguas.
En las otras orillas quedan Portugal y la provincia de Salamanca. Su paisaje más conocido se encuentra junto a estos ríos, lo que aquí denominan Arribes, formados por las pendientes ribereñas que desde tiempos inmemorables se aprovechan para la agricultura de bancales por la bonanza térmica que propicia el escarpe y que ha favorecido el cultivo del viñedo y el olivo.
En la tortuosa topografía de peñascos, fallas y despeñaderos, y sobre un cuchillo de peñas, se erige la villa de Fermoselle.
Fermoselle goza de un clima mediterráneo continentalizado atemperado por su menor altitud y por estar al abrigo del río Duero y Tormes. Todos estos factores dan lugar a un microclima caracterizado por dulcificar las temperaturas extremas en las estaciones de invierno y verano.
La lluvia es escasa y desigualmente repartida. La condensación del vapor acuoso solamente da origen a lluvias de relieve y las nubes que llegan suelen proceder del atlántico empujadas por los vientos del suroeste, ya que las restantes nubes suelen ser detenidas por las cordilleras que se cruzan en su camino, principalmente por la cordillera Cantábrica y el sistema Central. Por otra parte, las tormentas suelen predominar en verano y las nevadas o el granizo no son frecuentes. Más frecuente es el fenómeno meteorológico de la niebla.
En los Arribes del Duero, la roca madre desde un punto de vista geológico forma parte del Zócalo Paleozoico o Macizo Antiguo, constituido en este caso por rocas ígneas (graníticas), como materiales mayoritarios, aunque también existen rocas sedimentarias metamorfizadas, principalmente pizarras.
Ocho hectáreas de viñedo propio compuesto por pequeñas parcelas situadas en el término de Fermoselle, en especial, en los bancales de ladera.
Trabajamos nuestros viñedos de más de 60 años siguiendo las prácticas tradicionales de los viejos viticultores de la zona.
Actualmente estamos trabajando en la recuperación de 10 has. de bancales y paredones en las laderas del Duero y el Tormes, con una pendiente más del 50% y paredones de más de 4 metros de altura que retan a la gravedad. Con una exposición perfecta y un clima idílico, las cepas crecen sobre roca granítica madre acariciadas por la brisa del rio y el paso inexorable del tiempo de esas parcelas que ahora recuperamos y de las que se obtenían las mejores uvas dela Península Ibérica.
La historia de una vida o mejor una vida para conocer la historia …